En el marco de una línea de proyectos de mejora para equipamientos educativos con problemas de deterioro en sus instalaciones físicas, surge esta propuesta. Un colegio ubicado en la Isla de Providencia altamente afectado por la salinidad del entorno y el escaso mantenimiento que se podía hacer debido a la distancia y falta de suministros.

 

Para el diseño de la propuesta, se tuvieron en cuenta factores determinantes como la asoleación, los vientos, la pendiente topográfica del terreno y su cercanía con el mar, razón por la cual se plantean pequeños bloques aislados que se articulan mediante rampas y escalinatas generando espacios entre sí, donde la vegetación y los grandes aleros que dialogan con el estilo isleño, crean sombras e intersticios que propician ambientes de encuentro espontáneos. 

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Cerca a la entrada y como espacio de bienvenida que acoge y recibe, se consolida una gran plazoleta de eventos, que es a su vez, lugar de encuentro y reunión para actividades académicas colectivas. En resumen, la propuesta pretende articularse con lo pre-existente estableciendo una relación que busca la viabilidad de la misma en términos ambientales, funcionales, estéticos y económicos.